Helen Sharman
Helen Sharman hizo historia en mayo de 1991 al convertirse en la primera británica en viajar al espacio, ahora, casi 29 años después, vuelve a ser noticia tras unas declaraciones que ha hecho en el medio inglés ‘The Guardian’ donde se refiere a la vida alienígena.
«Los extraterrestres existen, no hay duda. Hay tantos miles de millones de estrellas en el universo que debe haber todo tipo de formas de vida diferentes», ha explicado.
La cosmonauta de Sheffield se graduó en química en la Universidad de su ciudad en 1984 y no fue hasta 1989 cuando escuchó en la radio un anuncio que invitaba a presentarse a las pruebas para el ‘Proyecto Juno’.
Sharman fue seleccionada como astronauta —de entre 13.000 candidatos— y pasó a formar parte de la misión Soyuz TM-12. Este proyecto incluyó también a los soviéticos Anatoly Artsebarsky y Serguéi Krikaliov y tuvo 8 días de duración.
La mayor parte de ellos transcurrieron en la estación espacial Mir y Sharman se dedicó a pruebas médicas y agrarias, a fotografiar las islas británicas y a participar en un enlace de radio con escolares británicos. Actualmente trabaja en el Imperial College de Londres.
Sus palabras en el diario británico sobre la vida extraterrestre ha alimentado el eterno rumor de que los alienígenas existen y ha añadido que estos pueden no estar formados por carbono y nitrógeno como los humanos «es posible que estén aquí en este momento y simplemente no podemos verlos» y que «podrían estar aquí en la Tierra».
Además, en la entrevista también ha asegurado su frustración cada vez que se hablaba de que era la primera mujer británica en el espacio, en vez de referirse a que fue la primera británica: «Es revelador que de lo contrario asumiríamos que era un hombre (…) Cuando Tim Peake fue al espacio, algunas personas se olvidaron de mí. Que un hombre vaya primero sería la norma, así que estoy encantado de haber alterado ese orden».
Sharman ha destacado que estar en el espacio le «enseñó que son las personas, no los bienes materiales, los que realmente importan» y ha agregado que «allí arriba teníamos todo lo que necesitábamos para sobrevivir: la temperatura adecuada, comida y bebida, seguridad. No pensé en los artículos físicos que poseía en la Tierra». «Cuando volamos sobre partes específicas del mundo, siempre pensamos en nuestros seres queridos debajo de nosotros».
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